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viernes, 31 de diciembre de 2010

La pareja perfecta [One-shot]

título: La pareja perfecta
autor: meli-sq
pareja: masuda/tegoshi (principal)
tipo: one-shot (pg-13)
argumento: Son la pareja perfecta porque son muy compatibles y se parecen, pero sus amigos no están tan seguros de eso y menos aún, cuando entre ellos sólo existe un lenguaje y es el de las manos.


nota: Aunque no sé qué tan bien haya quedado~ Este oneshot se lo dedico a Tegoyan Kuruta porque en realidad ella me dio la idea de hacer esto con su comentario xD. Podría decirse que este oneshot esta compuesto de muchos pequeños drabbles que he dividido con subtitulos y espero les gusten.




EL APARTAMENTO DE ENSUEÑO

Eran lindos y se veían bien juntos. Tegoshi y Masuda tenían tantas cosas en común y eran tan compatibles que a veces parecían la pareja perfecta. Brillantes sonrisas, tiernas miradas, medían casi lo mismo y eran tan amorosos que cada vez que se encontraban, se abrazaban como hubiesen estado separados por demasiado tiempo.

Sus corazones parecían estar unidos y de alguna manera, ellos compartían las mismas ambiciones e ilusiones. El sueño de ambos se hizo realidad esa semana cuando empezaron a vivir juntos.
Los muchachos se mudaron a un nuevo apartamento con grandes ventanas, cortinas blancas y que estaba frente a un hermoso parque con juegos para niños y bancas. Tegoshi le había contado a Massu que él siempre quiso un hogar así, un lugar al que siempre quisiera regresar después de largas jornadas de trabajo y que tuviera un jardín o una playa en frente para que los domingos, después de dormir hasta tarde y limpiar, su persona especial y él pudieran salir a pasear.

Massu empezó a ilusionarse con aquella idea también después de ver el brillo en los ojos de su novio cuando se lo contaba y se emocionó aún más imaginándose un elegante piso de madera en ella, muebles blancos y alfombras ocres por todo el lugar. El santuario sería la cocina, la que él mismo suplementaría y decoraría con finos artículos de metal y nuevos electrodomésticos. Pero sin duda su lugar favorito sería el dormitorio, porque con simpleza y unos cuantos cuadros, se volvería el hermoso testigo de las noches que compartiría con su ser amado para siempre.

Ambos estuvieron en busca del apartamento de sus sueños por semanas, pero fue el amigo de Tegoshi, Yamashita Tomohisa quien lo encontró. El menor había estado tan emocionado sobre el tema, que le contó sobre ello a todos sus amigos y cuando ‘Tomo’, como le decían sus seres cercanos, se topó con la vivienda, no dudó ni un segundo para mostrársela a la tierna pareja.
El apartamento era tan perfecto y los chicos se sintieron tan agradecidos que a pesar de las palabras de Yamashita de “no es nada”, “no se preocupen” y “no necesitan devolverme el favor” el chico terminó con una pila de regalos en su habitación.



PASTEL Y TÉ

Hacía un año y medio que Masuda y Tegoshi se conocieron. Una clienta alborotada les había pedido que trabajaran juntos para su tradicional fiesta de té y fue así que se dio a cabo su primer encuentro.
Massu era el pastelero de una encantadora tienda que quedaba por el centro y Tegoshi, el amable dueño de una famosa casa de té. Al principio, ambos se mostraron inseguros sobre si el juntarse era buena idea, pero cuando se conocieron, notaron la fuerte afinidad que tenían y de inmediato se gustaron. Podría decirse que fue amor a primera vista, pero quizás no tanto. Sería más apropiado contar que en el momento en que Tegoshi tocó suavemente la mano de Masuda para saludarlo, ellos se enamoraron.

Debido a que los chicos se reunieron por trabajo, trataron de ensimismarse en eso, pero era imposible cuando sentían tanta simpatía el uno por el otro y Tegoshi decidió invitarle a Masuda un poco del té de su tienda para halagarlo.

La manera en la que el joven vertía el agua en pequeñas tazas era sumamente delicada y elegante a la vista y el chico estaba totalmente concentrado en su labor hasta que en un momento de curiosidad, volteó y notó los ojos de Masuda. Como nunca le había pasado, el ser observado lo convirtió en víctima de los nervios y derramó el líquido sobre la mesa por error.
Masuda se asustó mucho por esto y se paró inmediatamente para evitar el agua, pero su segundo impulso no fue apartar los papeles que estaban sobre la mesa o ir por un trapo para secar el té derramado, sino coger la mano del otro chico porque el agua hervida le había quemado.

Tegoshi se disculpó muchísimas veces y avergonzado, agachó la cabeza pidiendo perdón por el accidente. Masuda sin embargo, no podía enojarse con él. Al contrario, se sentía culpable porque noto que fue su mirada la que lo pusieron nervioso y le pidió al otro que lo acompañara a su pastelería, en donde podrían comer algo delicioso y sin costo alguno.



DECLARACIÓN DE AMOR

No pasó ni una semana para que Tegoshi confesara estar enamorado, aunque no fue precisamente a Massu a quien se le declaró. Más bien fue a sus dulces y a sus pasteles, algo bastante obvio cuando empezó a visitar la tienda tres veces por semana.
A veces, Tegoshi se quedaba dos horas en el local y Massu le hacía compañía. Otras, solo pasaba, compraba un alfajor o un trozo de tartaleta de fresa y se marchaba. De cualquier forma, su visita siempre dejaba una sonrisa en la cara del pastelero y esto enfurecía a Ryo, su asistente en la cocina, de sobremanera.

Los ojos del joven ayudante miraban con envidia cada vez que su jefe corría a encontrarse con el especial cliente y siempre se quejaba del gran número de cajas de té que se compraban para la tienda. Incluso, una vez hizo un comentario sarcástico sobre que si a ellos les gustaba tanto el té y los pasteles, debían casarse y vivir juntos. Él no sabía que un año después, se arrepentiría de haberles dado la idea.



GALLETA VOLADORA

Uno de los habituales Lunes en que Tegoshí pasó por la tienda, Massu no se le acercó con su usual sonrisa o con un postre en las manos, sino con una expresión seria y una dulce proposición. Le entregó al chico una pequeña carta y sonrojado hasta las orejas, le preguntó a Tegoshi si le gustaría tener una cita con él.
El joven dueño no supo qué responder, pero estaba tan emocionado que sus ya enormes ojos, se agrandaron aún más y en un gesto muy tímido, aceptó afirmando con la cabeza.

Massu también estaba avergonzado y solo gracias a que el otro se movió, supo que había aceptado su propuesta. Tenía los ojos clavados en el suelo y no fue hasta que Koyama, otro empleado de la pastelería, se acercó con la usual orden de Tegoshi, que ellos se despidieron y partieron caminos.

Ambos eran inexpertos en las relaciones y se notaba, así que Massu se planteó darle al otro chico la mejor velada de su vida. Estuvo escuchando a Shige, su mejor amigo de la infancia, lo que parecieron horas mientras él proponía salidas y restaurantes a los que podrían ir. Ryo se burlaba de la situación, pero su compañero de trabajo le regañó diciendo que no era nada gracioso, que su jefe estaba enamorado y que de una vez tenía que superarlo.
Masuda y Shige se asustaron cuando vieron después, como una galleta voladora pasó mágicamente por el pasillo, chocando con la cabeza de Koyama por accidente.



PRIMERA VEZ

Tegoshi y Massu se dieron su primer beso la primera noche de su primera cita.
Massu tomó suavemente la mano del menor para captar su atención, y fue en el momento en que sus miradas se encontraron que algo ocurrió y como si se le hubiese borrado la memoria, olvidó las cosas que quería decir y se acercó. La luz de las velas se reflejaba tan perfectamente en los ojos del joven muchacho que los dulces pensamientos del pastelero se perdieron en ellos y como si hubiera sido inevitable, lo besó.

Aquel contacto no fue en los labios sin embargo, sino en la mejilla, pero Tegoshi se avergonzó tanto como si el gesto no hubiese sido ahí y por lo tímido que era también se ruborizó. Fue entonces que Massu decidió dar el primer paso y presionó levemente su frente contra la de él, cerrando sus ojos para buscar con sus labios la boca del chico. Besó su nariz y sus mejillas, besó su barbilla y su quijada y después de eso, Tegoshi no soportó más la espera y alzó también la cabeza para chocar sus bocas e iniciar algo que los dos ansiaban.

Al principio dulce y suave, luego un poco más profundo y amoroso. Ambos terminaron abrazándose fuertemente dejándose envolver por ese divino calor que tanto deseaban y entrelazando sus lenguas como si de la sensación más perfecta se tratase.
Al final de la velada, ninguno de los dos quería retirarse.



LA TEORÍA DEL YUKATA

Luego de seis meses, Ryo aún no podía comprender cómo era posible que su maravilloso y preciado jefe siguiera saliendo con un niñato debilucho que no tenía ningún sentido de la moda y siempre iba paseándose por ahí vestido con yukata.

“A ti no te parece que es sexy, Ryo?” preguntó Shige que pasó por la pastelería un día. “Desde donde yo lo veo, ese traje sólo vuelve más misteriosa la imagen del chico”

“Pues no entiendo tu razonamiento, Shigeaki” Habló molesto el otro “Explícame qué tienen de sensuales unas cuantas telas y un cinturón grueso.”

“Pues exactamente eso, su simpleza.” Respondió el chico con una sonrisa. “Más allá de que sea su vestimenta de trabajo, el yukata hace que Tegoshi se vea aún más inocente y puro de lo que es. Si me pusiera en el rol de su amante, yo ya estaría ansioso por quitarle todas esas prendas y ver que hay debajo.”


Genial. Ese era un buen punto y ahora que Ryo lo veía así, podía ser cierto. El mocoso era guapo y el yukata lo hacia ver sexy. Wow, lo admitió. Pero esa resolución no era lo que él quería. Ryo había estado esperando por la separación de la pareja desde hacia meses y aún no pasaba nada. Si en algo cambiaban las cosas, sólo era para peor y tomando en cuenta la personalidad tierna de la pareja y el nerviosismo de Massu antes de cada cita, Ryo podía descartar completamente la teoría de Shige de que su fuerte relación podría deberse al sexo.

Rayos. Como odiaba no saber nada. Y cómo odiaba aún más esas noches largas en las que Masuda esperaba ansioso la llegada de su novio. No podía cambiar esa mirada llena de rencor cada vez que Tegoshi llegaba con una sonrisa tímida en el rostro, esperando a que el otro le recibiera con un beso y le llevara de la mano hasta la puerta. Le tenía tanta envidia… y es que en pocos segundos él había conseguido algo que en dos años, Ryo no pudo. Hacer que Masuda lo ame.

Teniendo más posibilidades que él de confesar su cariño, Ryo se se fue para atrás y no habló sobre ello. Prefirió esperar a que su jefe se diera cuenta de sus sentimientos y por no decir nada ahora ya era muy tarde. Massu estaba enamorado y él no podía cambiarlo.



PREOCUPACIONES

Once meses y medio. No sólo Ryo, sino mucha gente se preguntaba cómo es que Masuda y Tegoshi seguían juntos. Ellos tenían tantas cosas en común y eran tan compatibles que a veces parecían la pareja perfecta. Pero como en todo, entre tanto parecido siempre quedaban espacios vacíos. Ellos eran felices, nada iba mal en su relación pero… ¿qué pasaría cuando se tuvieran que enfrentar a un problema de verdad?
Algo les faltaba a ambos y nadie sabía si solo con cariño, ellos serían capaces de superarlo. Nadie.

Aquella tarde del 15 de Noviembre, sin embargo pareció el día perfecto para hacer la prueba y Tegoshi lo supo en el mismo instante en que un agitado y cansado Masuda apareció en la puerta de su trabajo. Cuando el chico supo que era su novio quien lo buscaba, salió alegremente a darle la bienvenida, pero ni más leve sonrisa le fue respondida.

Una lágrima entonces se derramó, lo que provocó que otras mil más empezaran a caer empapando el rostro de Massu en segundos. Tegoshi panicó y cogió a su novio del brazo con la intensión de llevarlo dentro de la tienda, pero el otro no quería moverse, no quería irse de allí.
Haciendo fuerza, Massu llevó al menor a sus brazos y se aferró firmemente a su figura. Hundió el rostro en el cuello del otro mientras lloraba, intentando buscar consuelo en su sutil perfume y en esas suaves manos que siempre lo reconfortaban.

Aunque Tegoshi hubiera podido, no sabía qué decir y no le quedó de otra más que permanecer así, abrazando a su novio hasta que este cesó de llorar y se durmió en sus brazos.
Pero sólo con olvidar el dolor momentaneamente, las cosas no mejorarían y por eso el joven apareció un día ahí, frente a la pastelería.

“Háblale tú.” Se negó Ryo. “Yo no tengo nada que aconsejarle, así que si lo entiende, que se regrese a su casa”

“Pero él no ha venido a hablar conmigo, Ryo-chan” Koyama insistió, tratando de apartar la fuente de dulces que el otro llevaba. “Tienes que ayudarlo!”

“Porqué?!”

“Porque él también ama a Masuda” Se enojó el chico. “Es su novio y si Tegoshi no puede hacer nada por él, nadie podrá”



NUEVOS AMIGOS

Un problema familiar había agobiado a Masuda. Muchas discusiones e indiferencia crearon una guerra entre sus tíos, primos y padres. Nadie sabe exactamente cómo pasó todo, ni mucho menos cómo fue que Ryo se enteró, pero cuando Tegoshi lo supo, empacó un par de maletas y se mudó unas semanas al apartamento de Massu. Como buen novio fue para hacerle compañía y tratar de alegrarlo todos los días.

Poco a poco el humor del pastelero mejoró, hasta que los problemas finalmente cesaron y él no solo estaba más aliviado que nunca, sino también estaba más feliz y enamorado que antes. En un momento de confianza, Masuda le admitió a Koyama que una de las cosas que más lo habían alegrado era despertar al lado de Tegoshi todas las mañanas. El calor de su cuerpo no sólo le abrigaba, sino también le recordaba que no estaba solo y que ese chico lo amaba tanto que estaba dispuesto a pasar por cualquier cosa con él.

Koyama empezó a molestarle entonces, haciendo bromitas sobre qué otras cosas pudieron haberle levantado el ánimo y… levantado muchas otras cosas. Ryo por supuesto, escuchó las burlas e hizo que la galleta voladora volviera, pero esta vez acompañada de su amigo el panecillo saltarín.


Para año nuevo, Shige hizo una reunión con sus amigos más cercanos. Ryo y Koyama llegaron primero, siendo sumamente puntuales como siempre. Luego aparecieron Masuda y Tegoshi, ¡Y oh, vaya! Era la primera vez que todos ellos, excepto por su novio obviamente, vieron al dueño de la casa de té sin un yukata. Por supuesto, estaban tan acostumbrados al traje largo que cuando éste apareció con pantalones y una camiseta en la fiesta, no pudieron dejar de observarlo. Y no es que se le viera mal en verdad, pero así como aquel cambio llamó rápidamente su atención, ésta fugazmente se desvió hacía el desconocido acompañante del muchacho.

Tegoshi había llevado a un amigo consigo esa noche. Cogió amigablemente al sujeto del brazo y luego de saludar a Shige, corrió hacia Ryo para presentárselo.

“Yamashita Tomohisa” el chico estiró la mano.

“Nishikido Ryo” el otro la recibió y cuando se dieron cuenta, esos dos ya estaban teniendo una amena conversación. Tegoshi los dejo solos con una sonrisa de satisfacción en la cara.



JUNTOS PARA SIEMPRE

Dos meses después, ahí estaban.
Yamashita, Ryo y la nueva pareja, Koyama y Shige, ayudaban a sus buenos amigos a terminar de mudarse. Habían pasado la semana entera llevando cajas y muebles de un apartamento a otro; ¿Quién diría que un par de muchachos pudieran tener tantas pertenencias? Y eso que habían regalado la mayoría para comprarse muebles nuevos. Que pesadez.

Cuando Ryo dejó la última caja de mudanza en su casa, los chicos celebraron y chocaron palmas para felicitarse por el buen trabajo. Todos estaban emocionados, menos Tegoshi y Massu. Esos dos se habían quedado dormidos sobre el nuevo sofá un par de horas atrás, pero se veían tan tiernos durmiendo abrazados juntos que ninguno de los otros chicos tuvo el coraje para despertarlos.

“Son la pareja perfecta” Sonrió Shige, repitiendo lo que ya mil veces lo demás habían dicho.

“Pero son tan parecidos que a veces temo que no puedan solucionar sus problemas” Habló Ryo, sincerizandose por primera vez.

“Es por eso que nosotros estamos aquí” Le respondió Yamashita con un tono de gentileza mientras los observaba. “Aunque ellos no puedan hablar… nosotros si tenemos voz. Siempre estando cerca y apoyándolos, esa es la manera en la que los vamos a cuidar”

“Saben, aún me sorprende que ese lenguaje de las manos les sirva” Se rió Koyama. “Se han dado cuenta de todo el tiempo que esos dos pasan agarrados de la mano? No sé cómo reconocen cuando uno de ellos está hablando”.

“Quizás ya se acostumbraron a la presencia del otro y simplemente… lo saben” Shige le dijo apoyando su cabeza sobre su hombro.

“No. Definitivamente es amor.” Concluyó Ryo y Yamashita sonrió.



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Nuevamente, no podría decirse que este es un oneshot por año nuevo, aunque esa fue la intensión inicial xD. A partir del primer día del 2011 me dedicaré completamente a terminar Tegoshi porque necesito hacerlo.
Sé que esta mal que siempre me disculpe por tardanzas o errores de redacción, pero alguien está esforzandose por hacerme perder la cabeza xD. Si de pronto todo el amor de este oneshot se fue para un lado echi, pueden culpar a este par por casi hacerme escribir un porn lol.
Gracias a todos ustedes por haberme leído este 2010 (: espero que el próximo también esté lleno de felicidad, member ai y fics tegomass hahahaha (vaya mensaje), las adoro a todas x leer y comentarme. Ustedes saben bien quienes son ♥

Que pasen una linda víspera por año nuevo y kampai :D!
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domingo, 1 de febrero de 2009

One-shot - Akanezora (Ryomassu + Ryotego)

Kinda: snif*

Cuando leí por primera vez este one-shot... pensé "que tierno"... ahora que me ha tocado traducirlo, me doy cuenta q también es triste, aunque muy corto (*acordándose de los comentarios de Ayumi*). Eso es lo que pasa cuando uno ama a su idol xD haha. Así que, con la ayuda de 'Zero' traduciendo, y gracias a la creatividad de Vie.... traigo uno de los one-shot más inocentes y cortitos que halla leído en mi vida.... Esta un poquito raro xq este fic a pasado de Indonesia a USA y luego a... el hablahispana xD? pero juro q así dice xD.

Al final pondré algunas imágenes de nishitaka (me envició pero, no pondré muchas xq no me han gustado tanto xD) y pues *hajimemasho, yonde kudasai~*


Título: Akanezora ~ Cielo Enrojecido ~
Autor: tecchinvie @ LJ y aiyama_kin
Género: Angustia
Rating: PG-13
Parejas: MassuRyo, RyoTego

massu-ryo-tego


"Lo siento, llego tarde"

"iie"


Segundos después de que Massu se quitara el abrigo, Ryo puso su barbilla sobre el hombro de su compañero y lo abrazó fuertemente por la espalda.


"Aishiteru, aishiteru, aishiteru"


Ryo susurró aquellas palabras a los oídos de Massu continuamente. Él sólo cerró sus ojos y sostuvo las manos de Ryo, como para que nunca le dejara ir.

Esa tarde, estas dos personas se veían muy íntimas, adoraban cada segundo del reloj con tanta fuerza como su anhelo por el otro.
Acompañados por dos tazas del café, Ryo que se sentaba al lado de Massu, le contó sobre sus empleos, su nueva afición, sus compras recientes, incluso de lo que había almorzado ese día.


"Sabes Massu, te he extrañado tanto que comí 'Massu' y gyoza para mi almuerzo de hoy"

"Hehehe… Hoy comí yakisoba. Tres platos”. Massu levantó su mano derecha, haciendo el número 3 con sus dedos y sonriendo ampliamente.

"Si algo te hace pensar en mi, me extrañas más, verdad?... Por eso no puedes controlar tu apetito... ¿No te da miedo engordar, Massu? "

"Nope. Me gusta comer. Además, sé que Ryo-chan siempre me amará tal como soy, verdad?"

”^^ Hai... so desu ne”, Ryo sonrió dulcemente.

El tiempo empezó a pasar muy rápido y el crepúsculo comenzó a caer sobre ellos.


"Es hora de que te vayas a casa, Ryo-chan"

"Eh?! nande Massu? Quiero celebrar mi cumpleaños esta noche contigo T_T!"

Massu rió. "Ve a casa, que Tegoshi debe estar esperandote. Seguramente, ha preparado muchas cosas para celebrar tu cumpleaños. "

"Ya le dije que esta noche tenía un trabajo~", insistió Ryo.

"Ryo-chan… prometimos que nunca dañaríamos los sentimientos de los otros, recuerdas? … es suficiente con que nosotros estemos heridos. Fue por eso que decidimos que era mejor que escogieras a Tegoshi, por favor... no hagas que este triste..."

"Pero…"

"Ve a casa, Ryo-chan." Massu asintió, asegurando a Ryo.

".... Wakatta " Ryo suspiró.


Con una mirada triste en el rostro, Ryo se levantó. Unas lágrimas empezaron a caer sobre su mejilla. Massu lo besó suavemente y le secó los ojos.


"Ya me voy… perdóname...", el corazón de Ryo se rompió al decir esa frase.

"Que te vaya bien ^^". Le sonreía el otro, mientras observaba como la persona que más quería se alejaba para encontrarse con su nueva alma gemela


Massu todavía estaba sentado en aquel restaurante, continuó bebiendo a sorbos su café que ya se había enfriado, y miró fijamente el firmamento a través de la ventana. Miraba como el cielo se ponía rojo y hermoso… ese mismo cielo que no cambiaba, tal como su amor por Ryo.

Una sonrisa solitaria apareció sobre su cara, tan sola como el viento que acariciaba las nubes en lo alto.

"Muchas felicidades, Ryo-chan. Espero que siempre seas feliz... siempre".



Nishitaka~♥

nishitaka 1
no... no es orgía xD haha

nishitaka 2

Pobeshito masssito ;_; Ryo se aprovecha de su inocencia xD♥

nishitaka 3
Uy~ No sé a quién apoyar xDD

nishitaka 4
"Ryo, mi camisa!" "Voy a intentarlo otra vez!"... ";_;" xD

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